El mundo vive de una manera "acelerada".
El tiempo no nos alcanza para poder realizar todo lo que necesitamos o anhelamos.
En muchas ocasiones, quizá la mayoría, necesitamos de alguien que nos ayude, que nos apoye.
Como hombre soltero es muy difícil conseguir hacer todas las cosas necesarias del día después de un agotadora jornada de trabajo. Las obligaciones personales en ocasiones se acumulan creando un gigantesco totem de cosas que se han acumulado y que no se han podido resolver por el simple hecho de no tener esa "ayuda" en nuestras vidas.
Ya desde el libro de Génesis, Dios hace esa provisión de ayuda que muchos de nosotros hemos rechazado, muchas veces por temor a lo que significa un compromiso mayor que supera a nuestro propio egoísmo y egolatrismo.
Dios dijo "No es bueno que el hombre esté sólo. Le haré ayuda idónea" (Gn. 2:18)
Encontrar una esposa no se puede decir que sea un reto fácil ni mucho menos sencillo. Hallar una fiel compañera para el resto de la vida no es tan sencillo como escoger a una prostituta con quién pasar una noche. ¡¡¡Hay que saber elegir!!!
Es un proceso complejo, y al mismo tiempo excitante; ya que nos obliga a poner en medio del juego todas nuestras habilidades de conquista y observación.
El conquistador debe prestar atención hasta a los más pequeños detalles de su objetivo si realmente quiere obtener el premio al final del partido. Es una carrera que pone a prueba nuestra resistencia y nuestra paciencia; por no decir de nuestra sabiduría.
La mayoría de nosotros se ha decantado por lo fácil y al final han fracasado en su vida conyugal. Por supuesto que lo que fácil se obtiene poco se valora.
Una pareja que se consigue con dos o tres palabras lindas y rebuscadas, es una que se no valora mucho, precisamente porque no ha costado esfuerzo conquistarla.
Pero la que da trabajo y fatiga para conseguirla, a esa persona sí que se le da valor.
Salomón decía algo en el Cantar de los Cantares..."Como el Lirio entre los espinos, así es mi amada entre las doncellas."
¿Qué quiere decir esto?
Sencillamente que Salomón fue un hombre observador y que percibió en su amada cualidades que la hacían superar con creces al resto de las doncellas.
Desafortunadamente la mayoría suele conformarse con los espinos y sólo hallan dolores y sufrimientos.
Pero quién encuentra el "Lirio" y lo gana para sí también consigue el favor de Dios; pues fue Dios mismo quién nos creó; varón y hembra, para que vivamos juntos en completa armonía y amor como un matrimonio. Dois te da la paz y el "reposo" que siempre anhelaste. El te provee del amor que sólo tu cónyuge te puede dar y que no lo hallas en los brazos y falsos besos de una ramera o de una adúltera.
Entonces me surge un pensamiento...
Si todos nosotros, de una manera u otra, hemos prometido amar a quién comparte la vida con nosotros, la que duerme a nuestro lado, la madre de nuestros hijos. ¿por qué entonces las maltratamos tanto? ¿Por qué hacer violencia a quién juramos proteger, sostener y amar por el resto de nuestras vidas hasta que la muerte nos separe?
¿Tan tontos y necios nos hemos vuelto como género, cómo individuos?
Muchos hay en el mundo que desean tener la gracia que hoy gozamos nosotros, los que tenemos esposa.
Muchos son los que desean una esposa para amar y compartir la vida. Y sin embargo tu que la tienes la mantienes descuidada, desatendida y maltratada.
¿Y así esperas tener el favor de Dios? Claro que Dios no nos va a bendecir si continuamos con esa conducta, ya que El mismo nos exige que la tratemos "[...] como a vaso más frágil. Cómo a coherederas de la gracia de la vida para que nuestras oraciones no tengan estorbo[...]"
Y ahora ¿qué vas a hacer?
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